Suzy Lee

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Por Octavio Ferrero

 

Hace ya algunos años, en 2008, Suzy Lee nos sorprendía con un hermoso libro titulado La Ola.  Un álbum ilustrado sin texto que, con su conmovedora sencillez, conseguía hacernos llegar a la última página con una sonrisa y una sensación de felicidad vivida. Suzy Lee había hecho aflorar con sus dibujos sentimientos universales.

Ahora, con Líneas (Barbara Fiore Editora, 2017), de nuevo con una niña como protagonista, la autora nos invita a reflejarnos en sus páginas limpias, y en una historia llena de inocencia, libertad y pureza.

 

 

Líneas comienza con  una página en blanco ¿cuáles son tus sensaciones al enfrentarte a un nuevo proyecto?, ¿cuáles fueron al comenzar Líneas?

El proyecto Líneas ha ido creciendo en mí poco a poco durante algunos años. Encontré los primeros bocetos de Líneas en mi cuaderno de bocetos de hace siete años. En esa época estaba viviendo en Singapur, es gracioso que imaginase sobre hielo en aquel país caluroso y tropical. Siempre me han fascinado las líneas que hacen las cuchillas de los patines.

Desde entonces, de vez en cuando, he ido tomando notas de ideas y bocetos, pero no sabía qué forma adoptaría en aquel momento. Sí sabía que no sólo sería sobre el patinaje, sino también sobre el dibujo, así pues, era muy natural empezar con una página en blanco.  Estaba tan emocionada por empezar a esbozar una primera línea en el papel en blanco como un niño ante un campo de blanca nieve sobre la que nadie ha pisado. Los niños nunca se preocupan cuando se enfrentan al espacio en blanco (o al campo de nieve), sino que empiezan instantáneamente a dibujar algo sobre él, ¡y yo hice lo mismo!

 

Líneas es un libro realmente ‘limpio’.

Es interesante oír que Líneas es un libro realmente “limpio”.  Sí, de alguna manera esperaba tener en mi libro un sentimiento de blanco, inmaculado, de limpio, porque es un libro de dibujos y ¡un libro de invierno!

 

¿Te gusta el patinaje?, ¿has tenido que ver mucho patinaje para dibujar esta historia?

Este libro se basa en mis recuerdos de infancia.  Cuando era una niña, había un arrozal cerca de casa que se transformaba en una pista de patinaje sobre hielo todos los inviernos. Aprendí a patinar con mi padre, pero puede que aprendiese sobre todo con mis amigos. Todo lo que podía hacer era ir hacia delante, pero mis amigos y yo nos divertíamos muchísimo.

Los movimientos que dibujé para el libro se inspiran en el programa de patinaje sobre hielo que tiene en Youtube Yuna Kim (Medallista de las Olimpíadas de Invierno 2014, es una heroína nacional en Corea). Sus movimientos son exquisitos. Hice muchos dibujos rápidos para practicar y hacer unos bocetos preliminares. Y escogí algunas posturas para nuestra protagonista de sombrero rojo.

 

Una de las líneas trazadas por la patinadora se entrecorta…, ha cometido un fallo y se produce la caída. Son errores que obligan a comenzar de nuevo, aunque en ese nuevo comenzar ya existe una nueva experiencia, siempre se aprende algo nuevo de la caída… Aunque no siempre desde el suelo se comprende que no somos los únicos que cometemos errores.

¿Te has sentido alguna vez como la protagonista de tu historia?

Las equivocaciones y los errores están en todas partes. Cada vez que intentamos algo demasiado difícil, cuando nos empujamos hacia delante con demasiada fuerza, solemos cometer errores.

Lo mismo ocurre durante el proceso creativo. También ocurre cada vez que trabajo en mi libro de bocetos. Para mí el momento más emocionante y divertido es cuando empiezas un proyecto, porque todo lo que tienes que hacer es dejar salir ideas y probar todas las posibilidades. Pero después, cuando sigues con la historia y de verdad miras todos los detalles, empiezas a detectar algunos agujeros y problemas, algo que no tiene sentido. A veces, necesitas empezar de nuevo porque de verdad te has perdido en medio de ninguna parte. Ese puede ser el momento en el que deseas arrugar la hoja de papel y tirarlo, justo como en el libro Líneas. Todos nos enfrentamos al momento en el que todo te parece mal.

Intentas ver el lado bueno… pero sigue siendo frustrante. Los errores son errores. No está bien. Entonces ¿qué hacer?

Simplemente te tumbas sobre el frío hielo y miras hacia el cielo. Necesitas tomarte algo de tiempo y distancia de lo que estabas haciendo. Y esperar que algo mágico pase. A veces mejora cambiando la perspectiva, a lo mejor ese algo mágico ya estaba ahí.

Los niños lo convierten todo en un juego, son los mejores. Tener un carácter juguetón es la clave. Relaja los hombros en tensión. Me digo a mi misma, piensa en los momentos brillantes, en la alegría y en la emoción que sentías cuando empezaste. Sólo es un juego, si no es divertido ¿de qué sirve?

Cuando experimentas cosas similares una y otra vez, entiendes que los errores y las equivocaciones son parte del proceso. Una vez te das cuenta, poco a poco, haces tu mente más fuerte también. Nuestra vida es una sucesión de errores… ¡vivimos con ellos!

 

¿Quién es el dibujante en off que está al mando del lapicero?

Los pequeños artistas, la niña del sombrero rojo, los lectores, los autores y tú.

 

Haciendo un ejercicio de síntesis, ¿podrías darle sentido a esta historia con una sola frase?

¡No puedo! (risas) Nada de síntesis, ¡especialmente para un libro sin palabras! Quiero que mis lectores prolonguen la historia todo lo que quieran con elaborados detalles de su experiencia personal.

 

Estudiaste en Seúl y también en Londres. ¿Te ha sido más sencillo conectar con alguno de estos públicos en particular (asiático, europeo)?

Tuve experiencias muy significativas allí cuando estaba estudiando. Y también me alentó muchísimo visitar las ferias del libro internacionales por todo el mundo y conocer a lectores y a varios editores. Me alegraba que estuviésemos conectados a través de las fronteras.

 

¿Existen fronteras en el mundo de la creación?

Hay muchas fronteras una vez empiezas a percibirlas. Nuestro mundo es interesante porque hay fronteras. Las fronteras pueden significar límites pero a la vez son un punto inicial para empezar una historia. Lo más fascinante es que la frontera, finalmente, está hecha para romperla.

 

¿Pensabas en alguien cuando dedicabas este libro a los pequeños artistas?

Probablemente en un primer momento pensaba en mí cuando era una niña que adoraba dibujar. Todos somos artistas cuando somos pequeños, como dijo Picasso, pero lo más importante es saber cómo conservar esa cualidad cuando nos hacemos mayores. Quiero que los niños conserven su amor por el arte y que nunca abandonen el sentimiento de libertad que el arte puede ofrecer. También dediqué Líneas a las personas que ya son adultas pero que todavía se sienten como niños.

Finalmente “Pequeños artistas” incluye a todas aquellas personas que acaban de empezar a aprender arte, ya sean jóvenes o mayores.  No hay nada parecido a “demasiado tarde” para empezar con el arte. ¡Así que a divertirse!

 

Publicación : 05 de febrero de 2018

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