El nido del cuco, publicada este año por la editorial Maeva y traducida por Carmen Montes Cano, es la tercera novela que leo de la escritora sueca Camilla Láckberg. Las anteriores fueron La princesa de hielo y La bruja.
Con la princesa de hielo Camilla Láckberg inició en el año 2002 una serie de novelas policiacas cuyos argumentos se desarrollan, sobre todo, en su localidad natal, Fjällbacka, (Los crímenes de Fjällbacka), y están protagonizadas principalmente por el policía Patrik Heddström y la escritora Erica Falcky.
La bruja, que se publicó en el 2018, hizo el número diez de una serie por la que la autora ha obtenido numerosos premios y un reconocimiento mundial; hasta el punto de que El nido del cuco, número once, figura desde hace semanas en el ranking de los libros más vendidos.
Como en el resto de las novelas de la serie, aquí también la historia se inicia con un crimen: el de un famoso fotógrafo local que aparece muerto en su estudio cuando preparaba una exposición de fotografías antiguas.
Siguiendo la dinámica común con los demás relatos, el pasado pronto se hace presente y Erica se ve envuelta en una investigación que le servirá de base para escribir uno de sus libros. En este caso será el asesinato en 1980 de Lola, un transexual, y de Pytte, su hija de seis años.
El presente, en el que un autor consagrado, a punto de recibir el Nobel de Literatura, y su acaudalada esposa y editora celebran con una gran fiesta los cincuenta años de matrimonio; y el pasado, en el que ese mismo matrimonio y su grupo de amigos, todos jóvenes, ricos y exitosos, fundan en Estocolmo un elitista club, el Blanche, para ayudar al desarrollo de personas con talento en cualquier campo de las artes y las letras, integran a Lola en su círculo y frecuentan el lugar en el que ella trabaja, el Alexas, local de moda en el que se puede vivir la noche sin ningún tipo de restricciones, se van alternando en la narración
Al leer en la novela que entre los fundadores del Blanche hay una secretaria de la Academia Sueca y su marido que se relaciona con las “jóvenes talentosas” de un modo previsible, recordé el escándalo de tipo sexual y filtraciones de resultados que se produjo en dicha Academia hace unos años y que concluyó con el cese de la secretaria y la condena de su marido.
Posiblemente Camilla Láckberg se haya inspirado en este caso para retratar a una determinada clase social cuyos únicos valores son el dinero y el éxito.
La crítica social, los cambios de mentalidad, tomando como ejemplo la transexualidad, a lo largo del tiempo; los giros inesperados que se producen en las investigaciones, las alusiones a cuestiones de actualidad: el cáncer, la natalidad a edades tardías, los toques de humor que suavizan, de alguna manera, lo terrorífico de los asesinatos que se van produciendo, hacen que El nido del cuco haya obtenido la fama a la que me he referido antes; y aunque sin la profundidad que encontré en La bruja, sirva a los lectores aficionados a las novelas policiacas para hacer más llevaderos los calores que padecemos estos días.