Entre los autores que mi amigo Manolo me recomendó en aquellas añoradas tertulias estaba Haruki Murakami, y es precisamente una obra del ya famoso escritor japonés la que ocupó mi tiempo de lectura la pasada semana.
Se trata de Primera persona del singular y acaba de ser editada por la editorial Tusquets.
Resulta enigmático que envejezcamos en lo que dura un parpadeo, que todo parezca tan breve y que no haya marcha atrás, que cada momento sea un paso más hacia la decadencia, la ruina y la extinción.
Con este estado de ánimo, Murakami escribe en primera persona ocho relatos de extensión variable en los que se traslada a su infancia, adolescencia y juventud reflejando en cada uno de ellos los gustos y las obsesiones que suelen aparecer en el resto de sus libros.
El jazz, la música clásica, el beisbol, el sexo, el amor, el azar que determina la existencia, lo onírico y lo mágico en contraposición a la realidad de todos los días, la soledad, la introspección. Todo expresado con la maestría acostumbrada que convierte la lectura en un auténtico placer.
La manera de escribir de Murakami, el hecho de mezclar la realidad con la ficción, no permite afirmar que todo lo que cuenta en los relatos le haya sucedido.
Está claro que los monos no hablan, que los discos inventados no se materializan para desaparecer después y que el viejo de los círculos con muchos centros sólo existió en su imaginación.
Sin embargo la mala relación con su padre, los estudios obligatorios que iba superando a duras penas, los primeros escritos de prosa recargada que ahora disecciona sin piedad, al igual que los poemas alusivos al beisbol que, de conservar el libro que publicó con ellos, le proporcionarían una cantidad de dinero importante; los primeros amores asociados a una imagen fugaz o a una determinada música puede que sí hayan formado parte de la vida de un hombre que nació en 1949 y contempla el pasado con nostalgia.
Poco más se puede decir de este libro de relatos, tal vez aconsejar su lectura a aquellas personas que aún no haya leído nada de Haruki Murakami. Creo que será más fácil aproximarse a él que enfrentándose a una de sus novelas.
Como he apuntado antes, en Primera persona del singular podemos encontrar las principales características de la literatura de este autor.
