Un hombre (casi al final de la novela conoceremos que se llama Bruno), anticipa con ilusión el momento de reunirse con su esposa (Cecilia), mientras última los preparativos de su nuevo hogar en Lisboa.
Con estas líneas inicia Seix Barral la presentación de la novela Tus pasos en la escalera, escrita por Antonio Muñoz Molina y publicada en el año 2019.
Me he instalado en esta ciudad para esperar en ella el fin del mundo. Las condiciones son inmejorables. El apartamento está en una calle silenciosa. Por el balcón se ve a lo lejos el río.
Éste es el principio del relato que, o bien podría hacernos dudar del estado mental del narrador que cuenta la historia, o bien llevarnos a considerar que estamos ante una novela de corte futurista, opción ésta que me parece bastante alejada de los intereses del escritor.
Progresivamente, a lo largo de 319 páginas, el narrador alterna los preparativos para acoger a su esposa añorada e idealizada con escenas de la vida de ambos en Nueva York, ciudad en la que la mujer trabaja en proyectos que estudian los mecanismos neuronales que rigen la memoria y el miedo. Cuando se conocieron en dicha ciudad, coincidiendo con el atentado terrorista que destruyó las Torres Gemelas, él estaba empleado en una multinacional de la que ha sido despedido. Por esa razón y porque ella puede proseguir sus investigaciones en un centro científico en Lisboa, prepara el apartamento para recibirla.
Poco a poco y con la maestría de los buenos escritores, Muñoz Molina despliega ante nosotros una trama de suspense psicológico, al mismo tiempo que nos introduce en la vida de estas dos personas desde el punto de vista del marido, que es quien relata todo en un largo monólogo en el que describe el desconcierto posterior al atentado, su incomodidad en un trabajo que no le parece ético, los problemas con los distintos profesionales que contrata para el arreglo del apartamento, hasta que encuentra a uno que domina cualquier clase de técnica; los experimentos de Cecilia con monos y ratas, sus paseos con la perrita Luria y los libros que lee protagonizados casi siempre por hombres solitarios como él.
Conforme avanza la narración, en sus accidentados paseos por Lisboa y en su única experiencia multitudinaria fuera de su entorno próximo, al visitar un antiguo palacio adquirido por un histriónico personaje, comprobamos el deterioro de la mente de Bruno, aunque la constatación total de ese deterioro y su significado los descubrimos en las últimas páginas del libro.
En resumen, Tus pasos en la escalera de Antonio Muñoz Molina contiene una historia escrita con la profesionalidad y el rigor que caracterizan a este autor.
La única objeción por mi parte, si es que puede considerarse así, es que esta obra me recuerda demasiado a otras dos suyas que leí con anterioridad: El invierno en Lisboa y Ventanas de Manhattan.
Por cierto, las dos me parecieron admirables.