Intento escribir los comentarios a las inmejorables críticas de libros que hace Mª José y no oprimo el botón adecuado; por este camino me es más fácil: Guardaré mi opinión para cuando sea del todo dispar a la suya, aunque no lo creo a estas alturas. De todos modos, el lector sale beneficiado, puesto que por cada libro que leo yo, ella lee cinco. Además, hace las reseñas de escritores y obras cuando el momento lo requiere, como ahora con nuestro admirado Delibes.
Yo seguiré con la Historia de la Literatura y con la Gramática, e intentaré contribuir a que ésta no sea sólo parda.
Hoy corresponde el turno a nuestro coqueto punto.
¿Han oído ustedes contínuamente (como yo) «Punto y final «? Supongo que tantas veces, que hasta te hacen dudar de lo que tienes aprendido.
Expongo:
Imaginemos que escribimos un párrafo en donde hay que usar distintos signos de puntuación.
Se va a seguir hablando de un mismo tema, pero hay una pausa y queremos significar ésta con un punto. Entonces, diremos que es punto y seguido, pues colocaremos un punto y seguidamente escribiremos; o sea, a continuación.
Cuando pasamos a un tema distinto o a otro apartado del mismo y queremos utilizar el punto y aparte, colocaremos el punto, y aparte seguiremos escribiendo.
Pero, cuando terminemos de escribir, pondremos el punto y nada más, no tendremos que hacer nada; obviamente, sobra la «y», porque ese punto es para expresar el final del escrito. Luego es,
«Punto final».
¡Lástima…!
Gracias