Entre las obras literarias que hablan de la Guerra Civil, hay una que suelo recomendar a los que ya han cumplido 30 años. No porque sea difícil de leer, sino porque al 99% de los jóvenes menores de esa edad, víctimas de la LOGSE, el pasado histórico les interesa poco; algo que mi experiencia docente me permite comprobar cada día.
Volviendo a la obra recomendada, se trata de La forja de un rebelde, su autor es Arturo Barea, está compuesta por tres libros de carácter autobiográfico: La forja, La ruta y La llama, y considero que es el documento más serio y cabal que alguien ha escrito sobre un periodo histórico execrable, del que aún quedan supervivientes.
No así Arturo Barea, nacido en Extremadura en 1897 y muerto en Gran Bretaña en 1957, adonde se exilió en 1939 y donde publicó, en inglés, sus libros; traducidos al español en Argentina en 1951. En España, prohibidos por la censura durante la dictadura franquista, no pudieron leerse legalmente hasta 1977.
En el primer libro, La forja, el escritor habla de su infancia, estudios y primer trabajo. Realiza un extraordinario retrato psicológico de las persona que aparecen en el relato (madre, tíos, abuelas, vecinos, etc) y describe poéticamente los paisajes que frecuenta.
El segundo libro, La ruta, se centra en la guerra de Marruecos, en la que participa Arturo Barea con el grado de sargento. Su análisis del mundo militar, denunciando las condiciones de vida de los soldados, a los que se obligaba a ir a la guerra porque no tenían dinero para librarse de ella, resulta demoledor.
En el tercer libro, La llama, el autor analiza, sobre todo, la Guerra Civil desde una posición de izquierdas, pero buscando la máxima objetividad. Aun a costa de perjudicarse a sí mismo, no oculta sus errores. Es una rigurosa fotografía de personajes y hechos, unas veces heroicos y otras siniestros: Defensa de Madrid, desde el asalto al Cuartel de la Montaña. Enfrentamientos entre partidos; multitud de grupos políticos de izquierdas y derechas, que no hacen nada por entenderse. Huida del Gobierno a Valencia. Resistencia desesperada en la capital de la nación. Exilio a Francia y después a Inglaterra.
Arturo Barea es un militante de la UGT, idealista y soñador, al que poco a poco van decepcionando las distintas opciones políticas de aquel tiempo convulso. Esa decepción le lleva a escribir un libro amargo, pero en absoluto revanchista y, en muchas páginas, lleno de ternura, que te impele a valorar al ser humano en toda su dignidad y grandeza. Su estilo es directo y ágil. Disecciona los hechos y hace al lector partícipe de sus dudas y sus descubrimientos. Indaga, busca expliciones, nunca acepta las cosas porque sí, huye del dogmatismo.
La forja de un rebelde fue convertida en una serie de televisión y estrenada por Televisión Española en 1990 bajo la dirección de Mario Camus.
Me alegra estar entre ese 1% que considera que, como alguien dijo, "si no llevas tu contabilidad durante 10.000 años, desapareces en la noche de los tiempos" (o algo así…). Un libro genial, que muchos artistas de este país deberían leer.
¡Un beso!
Espero que ese 1% lo comparta con el otro 1%, yo no llegaré a los 10.000 años, espero que alguien lleve mi contabilidad…prometo entregarlos antes de esa fecha.