El libro que hoy traigo a Opticks y que se titula Abril encantado puede contribuir a que alejemos, durante el tiempo que dure su lectura, la melancolía que suele invadirnos en los primeros días del otoño, cuando los tonos grises y amarillos se adueñan del paisaje y la oscuridad va poco a poco invadiendo el terreno de la luz.
Abril encantado fue escrito por la autora británica Elizabeth von Arnim que nació en Australia en 1866 y murió en Estados Unidos en 1941.
Educada en Inglaterra, Elizabeth von Arnim se casa con un noble alemán (de él tomará el apellido) y se traslada a vivir a las posesiones de éste en Alemania. Al parecer la vida conyugal resultó bastante desastrosa, así que no es de extrañar que la opinión que Elizabeth tiene de los hombres, y que reflejan sus novelas, no sea demasiado positiva.
Las protagonistas de Abril encantado son cuatro mujeres inglesas: Mrs. Wilkins, casada con un abogado que le controla cualquier clase de gasto y no la valora en absoluto; Mrs. Arbuthnot, entregada a prácticas caritativas para contrarrestar el trabajo “impío” de su marido escritor de libros protagonizados por amantes reales; Lady Caroline, bellísima joven hastiada de la admiración que su aspecto provoca en los hombres y Mrs. Fisher, respetable y solitaria viuda que dedica su tiempo a evocar los encuentros culturales que mantuvo en el pasado con intelectuales de su misma clase social.
La relación entre las cuatro mujeres la inicia Mrs. Wilkins al leer en el periódico que se alquila durante el mes de abril un pequeño castillo en la Toscana. Entusiasmada con la idea de disfrutar de un mes de vacaciones, comunica el hallazgo a Mrs. Arbuthnot, buscando que secunde su proyecto y participe en los gastos.
Conscientes de que dos personas más abaratarían la estancia en Italia, las señoras ponen un anuncio y a él responden lady Caroline y Mrs. Wilkins, cada una de las cuales, conocida la dirección del castillo, se instala en él por su cuenta.
Desde el principio de la novela, Elizabeth von Arnim profundiza en la psicología de las cuatro mujeres inmersas en ambientes distintos, pero sujetas todas a convenciones sociales que les hacen sentirse cada vez más vacías e insatisfechas.
La convivencia de las cuatro en el idílico marco del castillo, rodeadas de flores en una primavera esplendorosa, unida al idealismo optimista desplegado por Mrs. Wilkins, provocará el deseado cambio.
Vuelvo a leer todo lo anterior y pienso que, dejando a un lado el perspicaz enfoque psicológico al que ya he aludido, podríamos decir que Abril encantado es otra novelita de moral victoriana destinada a distraer a señoras burguesas dentro de los límites del decoro.
Sin embargo, Elizabeth von Arnim pretende con su obra mucho más que eso. Así que, además de demostrar en ella sus amplios conocimientos de flores y de plantas, describiendo de manera exhaustiva el jardín que rodea el castillo, se vale de un agudo e inteligente sentido del humor para disfrazar la mordacidad de su crítica.
Resumiendo, Abril encantado de Elizabeth von Arnim, es una novela amable y bien escrita en su aspecto formal, que logra trasladar a nuestros días, criticándolos con humor, los problemas y las inquietudes de un grupo de mujeres que vivieron en los años 20.
Problemas e inquietudes que, en parte, continuamos compartiendo.