Hay algunas personas que piensan que en el mundo abunda más la gente buena que la mala; y hasta que “los malos”, con un poco de ayuda, incluso, pueden convertirse en excelentes. Hoy traigo a Opticks dos autores que pertenecen a ese optimista grupo de personas.
Pertenecen y además intentan difundir sus ideas al respecto sirviéndose de un libro. El sueño de Canuto se titula el publicado por Manuel Amat Payá y Tan solo amor es el título del que publica Joaquín Sabater Amorós.
Manuel Amat Payá, que se define como “tiendólogo”, intenta con esta obra, inteligentemente ilustrada por Simarro, ayudar a los emprendedores a construir una historia de amor en torno al negocio que desean montar.
Joaquín Sabater Amorós, Licenciado en Ciencias Físicas y profesor de instituto, pretende con Tan solo amor que los lectores descubran la importancia del amor como eje primordial del individuo y energía vital de su existencia.
El sueño de Canuto es un cuento ilustrado en el que Canuto, un simpático ser con las facciones que cada uno desee dibujarle, inspirado en un pequeño hurón que el hijo de Manuel Abad tuvo de niño, sueña con montar una tienda de sombreros.
Valiéndose de los sueños de Canuto, Manuel Abad nos habla de lo que necesita un emprendedor para que su proyecto funcione, consiguiendo a la vez ser él feliz y que los que están a su alrededor, familiares y colaboradores, también lo sean.
Debo decir que al terminar de leer esta historia, uno desearía encontrar la tienda de sombreros propiedad de Canuto y quedarse un buen rato disfrutando del ambiente logrado y de la amabilidad y el buen hacer del propietario y empleados en ella; todo conseguido gracias a las acertadas, prácticas y “amorosas” indicaciones que desarrolla a lo largo de su libro el “tiendólogo” Manuel Amat Payá.
Tan solo amor es una novela a través de la cual Joaquín Sabater Amorós pretende mostrarnos el error que entraña vivir con el único objetivo de ganar dinero, ascender en el escalafón y acumular más y más cosas, lo que conlleva postergar a la propia familia, los amigos, el disfrute de la naturaleza y olvidar que lo único que puede hacernos crecer como personas es el amor que nos una a los demás.
El protagonista del libro, Mario, un alto ejecutivo de gran éxito profesional, casado y con dos hijos, un niño y una adolescente, que vive el ajetreo de su vida de jefe ayudándose del café y de la cocaína y descuidando las relaciones familiares y humanas en general, tiene un accidente de coche y queda en coma.
Durante el tiempo que permanece en ese estado, se ve “viviendo” en un lugar paradisiaco, en el que una especie de maestro o guía lo va pacientemente situando ante sus propias contradicciones; rebate sus “peros”, muchas veces coléricos e incrédulos, y le muestra su vida pasada, sus aciertos y errores, haciéndole entender que es el amor lo que está consiguiendo que el frágil vínculo que le une a su esposa e hijos no se rompa. Por otro lado, éstos viven cada uno a su manera la postración de Mario y recorren su personal camino de aprendizaje, que en el caso de la hija adolescente, supone todo un proceso madurativo de aceptación del otro y gestión de las propias emociones.
He apuntado al principio que, tanto Manuel Amat Paya como Joaquín Sabater Amorós, creen en la bondad intrínseca de la gente y en su capacidad de aprendizaje para ser todavía mejores. Es la razón por la que han publicado estos libros que, en ambos casos, parten de la experiencia: Manuel Amat Payá pertenece a una antigua y prestigiosa estirpe de emprendedores y desarrolla su trabajo en ese campo, y Joaquín Sabater Amorós ejerce como profesor en un instituto de secundaria, por lo que está ampliamente concienciado de que son numerosas las cuestiones que deberían mejorarse en la educación y en las familias.