DEL COLOR DE LA LECHE

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Como no tengo psicoterapeuta que investigue el porqué, me pregunto a mí misma el motivo del malestar que siento al leer ciertos libros. Hasta el punto de costarme trabajo realizar, como siempre intento, una crítica lo más objetiva posible de su contenido.
Me acaba de ocurrir con el que hoy traigo a Opticks, que ha recibido la consideración de Libro del año por el Gremio de Libreros de Madrid. Se titula Del color de la leche y su autora es la escritora inglesa Nell Leyshon.
Del color de la leche tiene sólo 174 páginas, así que su lectura requiere poco tiempo. El texto carece de mayúsculas y presenta errores en la puntuación, aunque la traductora ha colocado todas las tildes necesarias que, pensándolo bien, tampoco deberían estar. Algo que entendemos perfectamente cuando llegamos al final de la  historia que nos cuenta Nell Leyshon por boca de la protagonista de la misma, la joven de 15 años Mary, mary, escribe ella.
Mary vive con su familia -padre, madre, abuelo y tres hermanas- en una granja de la Inglaterra rural de 1831, tiene el pelo del color de la leche y nació con un defecto físico en una pierna, lo que no impide que deba realizar las mismas tareas que sus hermanas bajo el control de un padre exigente y brutal que, ante la ausencia de hijos varones, demanda a las muchachas incesantes esfuerzos físicos.
La joven Mary, aunque analfabeta, es inteligente, observadora y sagaz, también sensible e intuitiva; quiere mucho al abuelo, impedido a consecuencia de un accidente, que necesita cuidados que no siempre recibe de los otros y que ella procura no le falten: higiene, conversación, alimentos.
Pese a la dureza del medio en el que vive, Mary no se lamenta como sus hermanas; acepta las circunstancia y se conforma con lo que tiene: la charla del abuelo, el calor de la vaca cuando la ordeña o se tumba a su lado, el cambio de las estaciones con los trabajos que la granja precisa en cada una de ellas, el familiar hueco de su cama al acostarse cada noche, el sol, los pájaros, las nubes.
Mary relata en el libro lo que acontece en su vida a lo largo del año 1831, agrupa sus vivencias según las estaciones y lo hace de manera sencilla y directa; diciendo lo que le siente y le apetece decir, y lo que, sin apetecerle, considera que debe decirnos –No me gusta contarte todo esto. Hay cosas que no quiero decir. Pero me he dicho que lo diría todo y por eso tengo que decirlo-.
Lo que tal vez no desearía relatar Mary es su marcha a la casa del pastor que está al frente de la iglesia local. Lo hace forzada por su padre, que cree que las ganancias serán superiores si trabaja de criada que si continúa en la granja limitada por su defecto físico.
En la casa del pastor Mary aprenderá a leer y a escribir, esto le permitirá narrar a posteriori su historia.
Del color de la leche es un libro distinto, bien escrito y difícil de olvidar por el argumento, los personajes que aparecen y los ambientes descritos. Creo, sin duda ninguna, que la consideración de Libro del año por el gremio de Libreros de Madrid ha sido merecida.
 

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