No sé dónde he leído que los principales personajes del libro que hoy traigo a Opticks resultan del todo inverosímiles. Tal vez ellos como tales lo sean, pero no sus vivencias.
El deseo de romper con las trabas que impone su condición femenina, destinada a un matrimonio ventajoso, que mueve a la mujer protagonista. El convencimiento de que ha de convertirse en el futuro en un escultor reconocido por todos, pese a las muchas trabas que tiene para serlo, que siente en su interior el hombre.
La mujer es Viola Orsini, perteneciente a una aristocrática familia italiana y única entre cuatro varones.
El hombre es Michelangelo Vitalini, al que llaman “Mimo”; padece acondroplasia, un trastorno en los huesos que afecta al crecimiento y provoca enanismo.
El libro, editado por AdN y traducido por Mª Dolores Torres París, se titula Cuidar de ella, su autor es Jean-Baptiste Andrea que recibió por esta obra el Premio Goncourt 2023.
La historia se inicia en 1986 en una abadía del Piamonte italiano. Allí un anciano, que no es monje pero que ha vivido cuarenta años enclaustrado, está a punto de morir. En esa duermevela, que quizá anteceda a la muerte, rememora su historia.
Fue un niño al que inició en la escultura su padre que trabajaba en ello y murió en Francia en la Guerra del 14. La madre, queriendo asegurar el futuro del hijo, lo envío a Italia con un pariente, que también practicaba la escultura, para que continuase su formación. El pariente no cumplió la función recomendada y utilizó al pequeño como esclavo sin enseñarle nada provechoso.
Sin embargo, en la localidad en la que el hombre monta su taller, Pietra d’Alba en el Piamonte, Mimo encuentra a una niña de su misma edad, Viola Orsini, que escapa por la noche de la mansión familiar en busca de una libertad que no disfruta entre los suyos.
Viola posee una inteligencia fuera de lo común, admira a Fray Angélico y a Leonardo da Vinci y trae a Mimo libros de la biblioteca de su padre sobre los temas más variados.
Los sentimientos que unen a esos dos seres distintos en sus entornos respectivos serán profundos y durarán siempre.
Las vidas de Mimo y de Viola discurren conjuntamente con la historia de Italia: periodo de entreguerras, auge de los fascismos y caída.
Uno de los hermanos de Viola admira a Mussolini y milita en su partido, otro murió cuando se dirigía en tren al frente y el menor llegó a ser cardenal en el pontificado de Pío XII y ejerció con su familia el mecenazgo.
Guerras, intrigas, diferencias sociales, búsqueda de poder y de dinero, fanatismo, mentira, hipocresía…, en una narración que combina perfectamente lo personal con lo histórico.
Porque frente a todo ese oscuro panorama social, hay dos personas que aman la belleza y se ayudan entre ambos a encontrarla.
De esa búsqueda amorosa y fecunda surge la “Ella” que hay que cuidar.
El relato que escribe Jean-Baptiste Andrea presenta, a mi parecer, multitud de aspectos positivos. Además de la perfecta combinación de lo personal con lo histórico y con lo político, destaca la excelente caracterización de los personajes; su forma de pensar y sus vivencias, atraen, emocionan y no resultan en absoluto inverosímiles.
Me parece también admirable el modo de describir paisajes, situaciones y obras de arte, logrando que se visualicen con facilidad.
La construcción de la novela en sí, que atrapa desde el principio y mantiene hasta el final la intriga.
El lenguaje muchas veces poético, que eleva y que conmueve.
La plasmación real del arte auténtico, en cualquier disciplina, que surge, sin saber en ocasiones cómo, de la profundidad del ser humano.
En resumen, creo que Cuidar de ella es uno de esos libros inolvidables y luminosos que hacen olvidar, aunque sea sólo unos momentos, las oscuridades que nos envuelven.