Moon, Do y Pause son tres… tres… bueno, una es una tortuga, eso es seguro. Las otras dos… es difícil de explicar. Sabemos lo que son antes de que todo comience, antes de su particular big bang. Son… son un proyecto de algo, sin duda también.
Una vez atravesada la línea Parimpar los personajes parecen ir adquiriendo forma ya despojados de su equipamiento de transporte, es entonces cuando surge la enorme rana metálica, la ‘expendedora de realidad’. Y después de alguna que otra prueba, Rienderien comienza a llenarse de muchas realidades.
Pues sí, así de sencillo y así de complicado es Moon & Do (Narval Editores, 2017). Entre jirafas, cangrejos, sombreros cuyo silencio es el doble de viejo que el de los cactus (de espinas sin pez), se desarrolla esta historia que va saltando de viñeta en viñeta como sus personajes lo hacen a través del tiempo.
Si no has entendido nada, creo que es bueno. Mi particular atracción por este libro surgió de la presencia en él de la ilustradora Ana Yael, (quien participó en ‘Arrebato’ el número 18 de Opticks Magazine junto a la poeta Mª Engracia Sigüenza) , si a eso le sumamos la firma de Grassa Toro, la diversión está asegurada.
Hay que detenerse y mirar bien de cerca para saber qué es exactamente Moon & Do. Si a mí me lo preguntan, Moon & Do es un disparate ordenado o un párate y ordénalo. Siéntate y comienza a divertirte con esta particular historia.
