Despido noviembre con dos novelas cuya lectura me ha llevado a buscar información sobre el país en el que se desarrolla la trama de ambas: Estonia. Hablo de Purga y de Cuando las palomas cayeron del cielo que tienen como autora a Sofi Oksanen, nacida en Finlandia de padre finlandés y madre estonia.
Leyendo algunas entrevistas que se han hecho a Sofi Oksanen, ésta explica que su interés por Estonia surgió durante las visitas que hacía a sus abuelos maternos. La verdad es que, según la información que he conseguido, la historia de ese pequeño territorio, situado entre Rusia, el Báltico y Letonia, da para muchas novelas.
Sofi Oksanen en estas dos que escribe se centra en acontecimientos acaecidos durante el siglo XX, en concreto en las sucesivas ocupaciones de Estonia por los soviéticos (1940-41), los alemanes (1941-44) y finalmente de nuevo por los soviéticos (1944-1991), o sea, durante y después de la 2ª Guerra Mundial.
En la actualidad, Estonia, con capital en Tallin, es una república independiente desde 1991, forma parte de la Unión Europea y ha conseguido una prosperidad muy superior al resto de los países bálticos.
Los acontecimientos relatados en Purga abarcan desde el año 1936 al 1992 y los que aparecen en Cuando las palomas cayeron del cielo se extienden desde 1941 a 1966. En ninguno de los dos relatos la historia que se nos cuenta es lineal, sino que va de delante atrás y de atrás adelante, según el interés del narrador, en capítulos cortos presididos por el año en el que se producen los hechos.
La publicación de Purga, que antes había sido una obra de teatro, supuso para Sofi Oksanen el reconocimiento mundial y multitud de premios. Las protagonistas son, sobre todo, la anciana Aliide Truu, que vive sola en Estonia en una casa de campo apartada de la aldea, y Zara, joven rusa descendiente de los estonios deportados a Vladivostok.
El encuentro entre Aliide y Zara se produce cuando la anciana recoge a la joven de la huerta que rodea su vivienda, en la que se ha refugiado harapienta, sucia y medio desfallecida. Poco a poco, y en una magistral narración, a veces psicológica, a veces poética y casi siempre cruel, descubrimos cómo ha sido la vida de las dos mujeres: la de la anciana, enamorada del marido de su hermana a la que desde niña envidió, e intentando sobrevivir bajo el yugo de nazis y comunistas; y la de Zara, engañada por un grupo de proxenetas rusos y obligada a prostituirse en Berlín. Muchas escenas, en uno y otro caso, están narradas con gran crudeza, duele leerlas.
En Cuando las palomas cayeron del cielo el principal protagonista masculino, Edgar Mees, está inspirado en un individuo real que supo camuflar su identidad para ganarse el favor tanto de los nazis como de los comunistas. Incluso ofreciéndose como delator y cronista de falsos sucesos en los que denunciaba a todo el que podía dificultar sus planes de trepa, y en los que él desempeñaba un papel de héroe.
Otro personaje masculino es Roland, primo del anterior y hombre honesto que lucha por una Estonia libre. El principal personaje femenino, Juudit, esposa de Edgar, reacciona con desconcierto ante unos acontecimientos que la superan y termina siendo una víctima de las circunstancias.
De nuevo, en esta segunda novela, Sofi Oksanen profundiza en la personalidad de los personajes, trazando un minucioso retrato psicológico.
Pero Sofi Oksanen no sólo cuida el retrato del personaje, da también mucha importancia a los detalles que aportan entidad al mismo y nos hacen comprender mejor sus reacciones en un determinado entorno. Así conocemos desde las características de las viviendas, a los paisajes, los trabajos, las comidas, la forma de vestir y los cambios que experimenta todo bajo el dominio de unos y otros.
Por lo tanto, se trata de dos libros con enormes riquezas, muy bien documentados y cuidadosamente escritos, aunque más Purga que Cuando las palomas cayeron del cielo, en el que la acción se embrolla un poco al final y has de retroceder buscando aclaraciones que no encuentras o no te convencen, al menos en mi caso.
Por desgracia la fama que se obtiene al publicar un libro suele perjudicar casi siempre al que se escribe a continuación.