¿Sueñan los androides con rock electrónico?
Por Joan Vila i Boix
Cabo San Roque es un grupo de rock de vanguardia, lo es por sus instrumentos y su visión de la música. Su nuevo CD: 12 Rounds ilustra el combate en la toma de decisiones sobre la música, así como la nueva y ultima composición del grupo, con solo dos integrantes. Los instrumentos hechos por músicos reconvertidos en inventores, hacen música por ellos mismos. De forma sistemática mueven palancas y martillos que accionan cuerdas o cajas de resonancia. Así aparece un tercer miembro en el grupo, la máquina, la réplica de un músico. Como me cuentan Roger y Laia el instrumento es tratado como un músico más, como veré en el concierto ofrecido el jueves 14 de Octubre en la Sala Apolo de Barcelona.
Antes del jueves puede entrevistar a Cabo San Roque en el hall del Hotel Pulitzer. Ahí conseguí pistas sobre el grupo que me resultarían muy interesantes para entender el disco y su combate: La importancia del elemento mecánico, robots creados para hacer música, a su vez hechos con desechos industriales. Me apuntan, pero, que ellos no son lutier, y en eso estoy muy de acuerdo, no hacen instrumentos, hacen músicos automatizados. Como en el Futurismo, los objetos para hacer música devienen importantes. Su nuevo CD, 12 Rounds, trata el hecho musical como un combate de Boxeo, ¿pero quién será el ganador? Durante la entrevista me fijo en un hecho, Laia está sentada en una silla alta y Roger en el mismo sofá que yo, un poco más bajo. Ella imperativa presidiendo la reunión y nosotros dos en otro nivel. Pero este combate también se juega con la maquina, de quien Roger culpa, en última instancia, de la desaparición de los miembros del grupo. Me cuenta, haciendo literatura, que sus compañeros han ido desapareciendo hasta quedar sólo dos. Al respecto, dice, tiene dos teorías, que él o ella son los asesinos o la máquina lo es, en una suerte de Blade Runner musical. Los instrumentos replicantes, no son los robots de Isaac Asimov, siempre limpios; son frágiles y humanos. Sus formas son las de la fábrica de galletas que desballestaron Laia y Roger. Los materiales en un nuevo resurgir postmoderno son transformados en sonidos automatizados, el combate de boxeo que es el nuevo CD, presentado en la sala Apolo de Barcelona.
El anunciado concierto fue el punto de reencuentro de sus seguidores, este hecho puede parecer obvio, pero es remarcable. Hombres y mujeres en la última juventud, cosmopolitas y deseosos de escuchar sonidos automáticos, se congregaron y sonó el ¡Ring! Él con camisa negra y ella con un vestido de dos piezas blanco y negro tocaron con un robot musical en medio. Sus primeras notas fueron servidas por una antigua máquina de escribir. Destacó el sentido homenaje a Joan Saura, amigo del grupo, con su versión del tema de presentación de la serie Twin Peaks. Así como el reencuentro de los miembros desaparecidos del grupo. Se vio también como las maquinas dominaban en todo momento, ¿será verdad que esta ha sido la culpable de la desaparición de sus antiguos compañeros?
Cabo San Roque no deja indiferente. Su combinación de la estética de las maquinas, pronto en el Arts Santa Mònica, y su canciones hacen del concierto un evento complejo y esperado. Su singularidad, su nuevo trabajo con un combate entre sus dos miembros, hace que uno no se pueda atrever a decir quién es el ganador. Puede que la posición de ella y sus blancas ropas lo hagan evidente, pero la voz cantante de él puede hacernos dudar. Puede que sea la maquina la ganadora, en este caso nos podríamos preguntar, si ella como un miembro más del grupo, puede soñar con rock electrónico por las noches.
Publicación : 22 de octubre de 2014