Acabo de leer Me hallará la muerte, el último libro publicado por el escritor vasco Juan Manuel de Prada que nos cuenta la historia de Antonio Expósito, un joven inclusero que malvive trampeando y trapicheando en el duro Madrid de posguerra (1942). En uno de sus trapicheos, conoce a Carmen, guapa muchacha que se dedica a vender cigarros de dudoso aspecto, y le propone asociarse para robar a hombres incautos a los que ella seducirá primero. Durante un robo, el “incauto” reacciona con violencia y Carmen le mata. Antonio toma la decisión de responsabilizarse de esa muerte y arroja el cadáver al estanque del Retiro para evitar ser descubierto.
ME HALLARÁ LA MUERTE
Alejado de Carmen y escondido en su mísera vivienda, el joven se entera por el periódico de que han vaciado el estanque con intención de limpiarlo. Asustado, decide acercarse al parque y tropieza con un hombre, Francisco Cifuentes, “Pacorris”, que le abraza al confundirle con otra persona. Aclarada la confusión, Pacorris le explica que perteneció a la División Azul, luchó contra los rusos y hubo de volver a España tras ser herido, dejando en Rusia a su mejor amigo, el alférez Gabriel Mendoza, que guarda con él un parecido sorprendente.
El entusiasmo que muestra Pacorris por la División Azul, hace que Antonio piense en la posibilidad de alistarse y evitar así sus posibles problemas con la justicia. Se alista y marcha con otros voluntarios al frente ruso para apoyar a los nazis en una guerra casi perdida.
En el frente, Antonio se encuentra con Mendoza, combaten juntos, intiman y son hechos prisioneros.
Terminada la guerra, a Gabriel Mendoza le matan sus captores sin haber renunciado nunca a los ideales que le llevaron al combate y actuando siempre con valentía.
Tras la muerte de Gabriel, los rusos proponen a Antonio que se haga pasar por él, aprovechando el parecido, y se convierta en delator entre sus compañeros presos. El muchacho acepta.
En 1954 se produce la repatriación de los españoles que desean regresar a nuestro país. Antonio regresa convertido en Gabriel Mendoza y ocupa su lugar a todos los efectos: novia, familia, negocios, iniciando un camino de depravación absoluta.
Teniendo en cuenta lo anterior, Me hallará la muerte se divide en tres partes: la primera, que relata las vicisitudes de Antonio en Madrid, su encuentro con Carmen y Pacorris y su entrada en la División Azul. La segunda, los acontecimientos sucedidos en Rusia desde que empieza a luchar hasta que es liberado, y la tercera, lo que acontece tras su vuelta a España.
En los tres casos, Juan Manuel de Prada, con el estilo riguroso y cuidado que le caracteriza, destaca lo más negro: miseria, corrupción política, social, económica, etc.; hambre, frío, deshumanización, miedo, venganza, ambición, cobardía,… La mayor parte de estos defectos los personaliza el personaje principal, Antonio Expósito. En él se cumple lo que dice Pacorris, refiriéndose a España, al recibirlo tras volver de Rusia: “Es como el hombre que está encerrado en una habitación y piensa que destrozando la puerta será libre. Pero destroza la puerta y se encuentra en una habitación todavía más pequeña. Y cuanto más mal hace, cuanto más puertas destroza, más se estrecha la habitación hasta que muere ahogado”.
El libro está muy bien documentado y se lee con interés. El personaje, a mi parecer, más humano y mejor logrado es el de Pacorris, emociona y resulta creíble. Sin embargo, el dibujo que realiza el autor de Antonio Expósito creo que está más al servicio de unas determinadas ideas religiosas que comprometido con la realidad.
Ése es el defecto que veo en la novela y que, en otro aspecto, encontré también en El corazón helado de Almudena Grandes. En el libro de Almudena Grandes, la ideología política restaba credibilidad y emoción al relato. En el de Juan Manuel de Prada, esto mismo hace la religión.