Estamos en septiembre. Los agoreros pronostican un desastre tras otro.
Hoy no traigo a las páginas de Opticks una novela sino un ensayo. Aunque quizá sería mejor llamarle libro testimonio. Con él, el escritor francés Dominique Lapierre quiere manifestar el amor que siente por la India.
Creo que los lectores conocen de sobra a este escritor. Sus libros: Arde París, O llevarás luto por mí, Esta noche la libertad, La ciudad de la Alegría, Era medianoche en Bhopal, etc., casi todos escritos en colaboración con Larry Collins, se han convertido en importantes bestsellers.
La obra que acabo de leer, India mon amour, nos habla de cómo se gestaron los relatos relacionados con la India, explica el inicio de esa relación y el compromiso humanitario del autor y de su esposa con el país bañado por el Ganges.
El inicio de dicha relación se describe en la primera parte del libro, cuando Dominique Lapierre acepta la sugerencia de Raymond Cartier y decide realizar un retrato de la India, siguiendo la estela de Mohandas Gandhi.
Así que, tras la compra de un antiguo y aristocrático Rolls-Royce, junto con Larry Collins y conducidos por un chofer hindú, recorre el inmenso territorio en busca de la documentación que permitirá a ambos autores escribir Esta noche, la libertad.
Todo lo percibido durante el viaje le sirve también a Dominique Lapierre para este libro homenaje a la India. En él presenta entusiásticamente lo que encuentra a su paso: olores y colores, gentes de lo más variopinto, paisajes, formas de vida de los pocos marajás que aún existen, caza de jabalíes a lomos de elefantes, partidas de polo, palacios, templos, ceremonias funerarias y religiosas, etc.
Pero además, y sobre todo en la segunda parte, descubre realidades que no son placenteras: barrios insalubres en los que se hacinan miles de personas, aquejadas muchas de ellas por enfermedades como la lepra y la tuberculosis; niños sin infancia, analfabetismo, explotación, pobreza en grado sumo.
El encuentro con esas realidades, con los seres humanos que las padecen y con aquellos que intentan remediarlas, por ejemplo la figura de Gandhi o la Madre Teresa, impulsa a Dominique Lapierre a encabezara a nivel mundial un movimiento solidario que, a través de fundaciones y organizaciones no gubernamentales, ha conseguido crear escuelas, dispensarios, hospitales, centros de trabajo y formación, etc.; así como ayudar a la erradicación de la tuberculosis y la lepra en las zonas más afectadas por enfermedades asociadas a la desnutrición y la miseria.
Es un libro escrito con el claro objetivo de ensalzar un país y compartir un proyecto de ayuda a los demás. Se lee con facilidad y lo enriquecen fotografías de los distintos momentos en él descritos.
No es un libro que juzgue o que denuncie, sólo en el caso de las trabas que encontraron por parte de las autoridades de Calcuta durante el rodaje de La ciudad de la Alegría.
Destaca la extraordinaria dignidad de las personas cuya situación el autor expone, comparten lo poco que poseen y no pierden la sonrisa y la esperanza.
Una buena lección, ojalá que resulte provechosa para algunos de los que nos quejamos a diario.