PS 2012 Crónica Sábado

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Por Esperanza Gómez Riquelme

 

El sábado fue una jornada ajetreada. Entramos en el Parc del Fórum a las tres de la tarde y no salimos hasta las dos de la mañana, y es que había muchísimo que ver.

Lo primero que había que hacer era comprar un pase para ver a Jeff Mangum en el Auditorio. Las entradas para las tres mil doscientas localidades salían a la venta a las tres de la tarde. A las tres y media ya se habían vendido justo la mitad.

A las cuatro comenzaba también en el Auditorio una actuación muy esperada por los que nos consideramos fans de los Fleet Foxes, como era la de Father John Misty, el proyecto en solitario del batería y ‘co-líder’ de la banda.

Apareció con la única compañía de su guitarra y bromeando desde el primer momento.

Primero paseó, por todo el escenario, después agarró su guitarra, puso un pie sobre la silla que había en el escenario y acto seguido nos deleitó con un recital inolvidable, cercano y muy personal.

Aunque no tuve la oportunidad de verlo en compañía de los Fleet Foxes, algunos asistentes a sus conciertos me contaron que en directo las armonías vocales eran alucinantes y que conseguían hacer vibrar el público. Pues bien, J. Tillman, el hombre tras Father, demostró que él solito se basta y se sobra para poner la piel de gallina con su voz privilegiada. Realmente, una actuación fascinante que hizo que se ganara la simpatía de muchos escépticos.

Sin salir aún del Auditorio y cogiendo una posición privilegiada, esperamos a que apareciera Michael Gira. El líder de los Swans apareció ataviado con su característico sombrero y acompañado por una guitarra. Se sentó en la silla, dijo ‘My name is Michael Gira’ y así es como comenzó un directo marcado por la fuerza y la solemnidad de un mito viviente, de un señor del escenario. Un momento especialmente intenso fue cuando, en mitad de un tema, se abofeteó tres veces. Al acabar la canción y sin dar mayor importancia, dijo ‘Debería aprender a comportarme’.

El repertorio estuvo compuesto por su trabajo en solitario, pero también sonaron los Swans, el tema fue ‘Blind’. La inclusión del tema de los Swans provocó una ovación de los asistentes, a lo que Gira respondió ‘yo no me siento de la misma manera al respecto’. Asimismo, anunció que Swans sacarán nuevo disco este agosto.

Una tema que me hizo especial ilusión fue ‘Two woman’, de otro de sus proyectos, Angels of Light.

Al finalizar el concierto, el público se puso en pie y estuvieron aplaudiendo a Gira durante al menos cinco minutos, a lo que éste respondió saludando con ambas manos y diciendo ‘thank you, boys and girls’.

Después de esto, hubo que desalojar el Auditorio para el concierto de Jeff Mangum, que requería entrada.

La cola para entrar era inmensa. Fueron muchos los que se acercaron a ver al que fuera líder de los míticos Neutral Milk Hotel. Todo esto teniendo en cuenta que era el segundo concierto que ofrecía, ya que el día anterior también tocó el Auditorio.

Después de la interminable cola, por fin conseguimos entrar al Auditorio. Conseguimos hacernos con un sitio en la segunda fila de un lateral. Tuvimos mucha suerte, sobre todo por lo que iba a pasar a continuación.

Antes de que Mangum saliera a escena, la organización anunció por megafonía que el artista había exigido que no se le tomaran fotos, ningún asistente, incluida la prensa con pase fotográfico. A los que tuvieran cierta idea sobre cómo es Mangum, esta petición no les resultaría extraña, puesto que ha estado alejado dieciséis años de los escenarios por su mala relación con la prensa, los fans y lo que la fama conlleva en general.

Y en ese momento apareció Mangum. Vestido con una camisa de cuadros y una boina y, al igual que sus predecesores en el escenario, acompañado únicamente por la guitarra y, todo sea dicho, también sin señal alguna de que esos dieciséis años hubieran pasado por él.

Se sentó y entonces ocurrió. Dijo algo que no pude oír y los ocupantes de las primeras localidades empezaron a sentarse en el escenario y en los escalones que llevaban a él.

Saliendo del shock, corrimos y conseguimos coger un buen puesto sobre el escenario. Jeff Mangum, la leyenda viva, el cerebro tras ‘In the aeroplano over the sea’, probablemente uno de los mejores discos de todos los tiempos, a sólo unos metros, interpretando todas esas maravillosas canciones de una forma cercana, como si lo estuviéramos viendo en un pequeño local en lugar de en uno de los mayores festivales del mundo. Abrió con ‘Two headed boy’, uno de los temas más reconocido de ‘In the aeroplano…’. Creo poder afirmar que todos caímos en trance desde el primer momento. Y así fue todo el concierto, sencillamente increíble y difícil de asimilar.

Quizás fuera impresión mía, pero en ocasiones veía a Mangum inquieto. Puede que fuera porque, a pesar de su prohibición expresa sobre las fotos, entre el público se pudo ver unos cuantos flashes, lo cual, después de la complicidad que se había establecido, me pareció de una total falta de respeto hacia él.

Y con la apoteósica interpretación de ‘Oh, Comely’ el concierto, y probablemente la mejor hora de mi vida, llegó a su fin.

Saliendo del trance y a toda prisa nos dirigimos al escenario Pitchfork para ver al que está considerado como uno de los mejores músicos actuales, Bradford Cox, líder de Deerhunter, que esta vez vino como su alter ego Atlas Sound.

El repertorio se centró sobre todo en temas de su último trabajo, Parallax, también en la lista de los mejor de 2011 de Opticks, como ‘Te amo’ o ‘Mona Lisa’.

Cox tuvo algunos problemas con el sonido durante el concierto, pero el público se volcó con él, aplaudiéndole y coreando y el concierto prosiguió sin mayor incidencia.

Una vez que Cox se hubo marchado, y con muchas prisas otra vez, corrimos hasta la otra punta del recinto para ver a una banda que ya se ha conseguido ser sinónimo de calidad, como son Beach House.

En el marco incomparable que les rodeaba, al lado del mar y con un público totalmente entregado, la voz de Victoria Legrand sonó como nunca. Colocada en el centro del escenario con su teclado, ella y Alex Scally consiguieron hacer vibrar al público que se acercó al escenario Mini con temas característicos de la banda como ‘Zebra’ o ‘Silver Soul’, pero también fueron muy aclamados los temas del último trabajo de la banda de Baltimore, ‘Bloom’. Sin duda, demostraron tener un directo igual que su música, impecable.

Después de esta excepcional actuación, emprendimos el camino hacia el escenario ATP para cambiar totalmente de tercio con las actuaciones de Shellac y Godflesh.

Fuimos ingenuos al pensar que el concierto de Shellac iba a estar más vacío. Antes de empezar ya había una cantidad muy considerable de gente, y no es para menos, pues aunque la banda sea ya una habitual del festival, Steve Albini es Steve Albini. Aunque quizás su faceta más reconocida sea la de productor, Albini es uno de los padres del post-hardcore y ha tenido una larga carrera como miembro de bandas míticas del género como Big Black.

Pues bien, Shellac aparecieron dispuestos a dar el que para mí fue el segundo mejor concierto de esta edición (lo de Mangum es difícil de superar).

Está claro que Albini y los suyos están curtidos en mil batallas y saben lo que es dar espectáculo. Lo mejor de todo es que se ve a la legua que ellos también disfrutan al máximo con lo que hacen y hay un feedback impresionante con el público.

Muy aclamados fueron temas como ‘Prayer to God’, en el que incluso se formó un mosh pit, o ‘Watch song’. Especial mención a Todd Trainer, un auténtico monstruo ea la batería y que tuvo buena parte de la culpa de que la actuación del trío fuera tan apoteósica. Por supuesto tampoco hay que olvidar a Bob Weston, bajista, que estuvo buena parte del tiempo dirigiéndose al público. En definitiva, Shellac es el producto la suma de tres músicos incombustibles. Y que dure.

Después y por último, uno de los que para mí eran plato fuerte del festival, Godflesh. Aunque había gente que esperaba la reunión de este grupo con mucha expectación, eso no se tradujo en la asistencia de público. Al comenzar el concierto, el escenario estaba casi vacío. Fue una pena, sobre todo después de la actuación de Shellac. Viendo lo que ocurrió a quienes les precedieron, uno sólo podía pensar que lo que iba a ocurrir con Godflesh iba a ser lo mismo pero multiplicado por cien. Desgraciadamente no fue así. Hay que decir que contaban con unos fuertes competidores como son Yo la tengo.

La banda del virtuoso Broadrick nos ofreció una actuación intensa e impresionante que no dejó indiferente a los que se dejaron caer por el ATP.

El concierto comenzó con ‘Like rats’, que me atrevería a decir que es casi un himno.

La banda prosiguió con otros temas de ‘Streetcleaner’ y ‘Pure’. Un detalle fue el de que pusieran proyecciones, quizás algo siniestras para el asistente medio del Primavera Sound, pero que agradaron mucho a los fans.

Concluyo diciendo que a pesar de la ausencia de público, Godflesh dieron un concierto impresionante y el público se lo devolvió entregándose al cien por cien.

 

Publicación : 26 de junio de 2012

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